“Decálogo del Perfecto Manipulador”, por Jimena Néspolo


1. Ámate a ti mismo por sobre todas las cosas.

2. Haz de tu vida un espectáculo y de las personas que te rodean, meros extras de tu farsa, marionetas descartables de acuerdo a las exigencias de tu sainete.

3. Permite que cualquiera pronuncie tu nombre en vano. Recuerda que ante todo tú quieres ser conocido, admirado, deseado, vendido, comprado, tasado…

4. Eleva un altar a San Maquiavelo y pronúnciale cada noche religiosas jaculatorias antes de acostarte.  

5. Si eres actor o actriz intenta por todos los medios que tus compañeros no se luzcan, así brillarás más. Si eres músico, sabotea todas las bandas en las que participes hasta que te conviertas en solista. Si eres escritor, coloca a tus personajes nombres que los sujetos a manipular decodifiquen fácilmente (su primer nombre con su segundo apellido, por ejemplo), envía tus mensajes cifrados y luego hazte el despistado. 

6. Pon en acción tu plan Egótico con todas las tecnologías que tu época te ofrezca. No descuides nunca la escritura de tu diario íntimo.

7. Urde alrededor de tu profesión o de tu oficio un aura de misterio. Recuerda que sin misterio estás condenado al fracaso.

8. Perfecciona, con el tiempo, tu puntería y tus estrategias de inmunidad evasiva. Un buen manipulador no necesita más de una víctima, pero esa víctima debe ser la adecuada.  

9. Procura que alguna persona con talento artístico te ame y luego se suicide. Esta cumbre trágica le otorgará espesor real a tu vida, desde entonces habrá una historia que contar y, principalmente, un guardián de su memoria. 

10. Procura que alguna persona con talento artístico te ame y luego suicídate. Esta cumbre trágica le otorgará espesor real a tu vida, desde entonces habrá una historia que contar y, principalmente, un guardián de su memoria. 

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